St. Marteen photo Diary

 Me daba mucha pena ponerme a ver las fotos de St. Marteen y este fin de semana me he armado de valor para poder verlas de nuevo. Los que seguís el blog ya sabéis que no es la primera vez que voy y que de hecho tenemos familia ahí por lo que para mí es como ir a un "todo incluido" pero auténtico.

Empezaré por el final. Al despegar el avión y ver  el intenso azul del Mar Caribe me pareció un "te jodes que te vas" y me entró un nudo en el pecho que me hizo llorar. La gente desde Sunset Beach Bar nos decía adiós y recordaba que el día anterior yo había sido una de esas que decía adiós.

Nunca había ido de vacaciones al Caribe en pleno invierno y desde luego la desconexión ha sido total. Cambiar de clima, vivir la Navidad y el Año Nuevo de manera totalmente distinta a lo que estoy acostumbrada... 

Al ser de secano he aprovechado todos los días para hacer un poco de playa pero sin duda lo mejor ha sido ir a los sitios donde van los locales.  Empezar la Nochevieja sin plan y con un guavaberri en la mano. Entrar en un hotel donde mi cuñada conocía a la banda lo que hizo que se subiera al escenario para ensombrecer a la cantante con su vozarrón. Acabamos en Waikiki Beach Club haciendo twerking toda la famila. Muy divertido.

Nos pusimos morados de johnny cakes, coconut shrimps, guavaberris y piñas coladas. 

En la parte holandesa de la isla tocaba americanizarse y así acabamos cantando "La Bamba" en un karaoke o fumando en "hooka" en un "lounge club" al ritmo de música local. Este año fui valiente y me atreví a bailar algunos pasos...nada ostentoso ja, ja. 

 Siempre había tiempo para dejarnos perder por la parte francesa, mi favorita, y disfrutar de su "charme" caribeño-francés. Sus casas semi abandonadas y sus playas bañadas por el Caribe.

Os dejo con la fotos que hicimos y me quedo con muchas ganas de volver a la isla más bonita de las Antillas Holandesas.

Si queréis ver más viajes, los encontraréis pinchando aquí.

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