Los caminos del postureo no tienen fin. Ni principio ni cabeza ni piés. Pero sobretodo no tienen cabeza.
Un día cualquiera de repente te encuentras con que todos son ultra-mega-supra solidarios. Esto suele ocurrir siempre que es el día Internacional de algo. También, cuando sucede alguna desgracia pero solo las desgraciadas televisadas en Europa que lo que no te cuentan parece ser que no ocurre.